“Leer para aprender”, así es la campaña que involucra a toda la comunidad de Lanco

La idea es que niñas y niños no sólo sean motivados por sus profesores. Las y los docentes son vitales, por supuesto, pero se trata de posicionar la lectura en todos los ámbitos de la vida. Por eso, entre otras iniciativas, la idea es poner minibibliotecas en los Cesfam y una biblioteca móvil que itinere por lugares cotidianos. 

“Una comunidad que valora la lectura es una comunidad que va a hacer que los niños lean, esa es la apuesta. La lectura no va a ser una actividad importante para los niños y jóvenes si no lo es para los adultos”, explica Manuela Biedma, profesora de lenguaje y asesora de Grupo Educativo. Lo dice a propósito de “Leer para aprender”, la campaña impulsada por la Municipalidad de Lanco, en colaboración con Grupo Educativo, para promover la lectura.

“Esto se enmarca dentro de la Política de Infancias y Juventudes de la comuna. Tenemos un plan de acción que son las trayectorias educativas de calidad y, dentro de esa comisión, que está trabajando la implementación de la política, nace el cómo ir concretándola con realidades en base al aprendizaje”, explica Minerva Navarrete, administradora municipal de Lanco.     

Y agrega: “Es por eso que el 2020 trabajamos el proyecto ‘Voces de Lanco’, donde nuestros niños y jóvenes escriben cuentos, dibujan y hacen relatos. Pero también, en conjunto con Grupo Educativo, que son quienes nos asesoran, nos preguntamos qué es lo más importante en la primera infancia y pensamos que uno puede contagiar el hábito de la lectura y que debe hacerse desde la primera infancia”.

Una de las ideas de este proyecto es una biblioteca móvil, pero una que itinere por los colegios, como se ha hecho hasta ahora, sino una que esté inmersa en espacios públicos, que cuando una persona vaya a comprar el pan, por ejemplo, sepa que puede pedir prestado un libro por ahí cerca. 

“Vamos a crear rutas del libro, pero todo eso está en implementación porque si bien tenemos muchas cosas que implementar, queremos que las ideas también nazcan desde las bases, desde los profesores de lenguaje y no desde una administración, no desde un jinete de escritorio que diga qué es lo que hay que hacer, sino de escuchar cómo ellos han intentado involucrar a sus estudiantes en la lectura y qué es lo que más les ha dado resultado y qué creen ellos que sea mejor. Entonces, existe como un marco de creación, pero está el espacio para escucharlos”, dice Minerva Navarrete. 

Encuentros realizados con profesores de Lenguaje y Comunicación de la comuna de Lanco

“Los profesores de lenguaje o educación de párvulos están instalados en el territorio, solamente hay que insumarlos en cuanto a cómo debieran generarse o entregar las instancias para que lo puedan hacer. Desde el año pasado hemos estado generando redes de profesores, se hicieron alianzas estratégicas entre los colegios subvencionados y los nuestros, municipales, y se crearon programas súper novedosos que hicieron que esto hoy día se implemente con mayor facilidad esta campaña, porque ya está la red”, dice Minerva.

La idea es ir conectando iniciativas que unan a la comuna. Por ejemplo, los profesores han trabajado en que la clase de lectura de primero medio sea la misma tanto en colegios municipales como subvencionados. Además, se pretende conectar las nuevas iniciativas de lectura con el proyecto ‘Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores’. 

“La Política de Infancias y Juventudes de Lanco tiene 5 áreas de acción. Una de ellas es la de trayectorias educativas de calidad, donde lo que se busca es que, a través de las etapas escolares, se asegure que los niños, niñas y jóvenes vivan ciertos hitos que van a hacer de él o de ella una persona que va a poder ir aprendiendo a lo largo de la vida, que van a garantizar que tenga un proyecto de vida, que van a garantizar sus derechos”, dice Manuela Biedma, de Grupo Educativo.

“En ese sentido el ‘Leer para aprender’ de Lanco no es una acción de los establecimientos, sino que es una campaña que busca posicionar la lectura en todos los ámbitos de la vida donde ésta es requerida para validar a los niños, niñas y jóvenes como actores que usan la lectura para desarrollarse. Con esta campaña queremos generar esa conciencia para que haya un cambio cultural y para que Lanco se transforme en una comunidad letrada”, dice Manuela.

Y explica: “Nuestra primera actividad ha sido meternos a trabajar y conocer las escuelas, saber qué es lo que están haciendo, el nivel lectura que están teniendo los niños en medio de esta situación tan extraordinaria que es la pandemia, sobre todo los niños en los primeros años. Una de las primeras actividades ha sido un taller de reflexión de los profesores de lenguaje de Pre Kinder a cuarto medio, sobre qué recomendaciones harían a las autoridades municipales y a los actores sociales para hacer de la lectura un hábito cotidiano y cultural en Lanco”.

Otra actividad importante será medir el nivel lector de los niños de segundo básico. Eso no es sólo para que las escuelas tomen acciones propias de su quehacer profesional, sino también para que las autoridades, conociendo la realidad, puedan también apoyar ciertas campañas o ciertos hechos puntuales que tienen que ver con prevenir que el rezago educativo que se está produciendo por la pandemia, no traiga para adelante mayores atrasos en los niños en que su mayor meta es aprender a leer, los niños de primero y segundo básico. 

Y el otro ámbito de acción es posicionar Lanco como un lugar donde las y los niños pueden participar a nivel nacional en instancias que requieren de la lectura y de la escritura, por ejemplo, concursos de cuentos y de declamación que hay a nivel nacional, etc. Además, Grupo Educativo realizó una campaña de donación de libros; se reunieron aproximadamente 400 ejemplares que ayudaran a generar estas bibliotecas.

“El lema es ‘Leer para aprender a lo largo de la vida’, esa es una de las competencias del siglo XXI, seguir aprendiendo a lo largo de la vida, tener habilidades que nos permitan seguir aprendiendo. No es sólo enfocarse en el goce de la lectura, que es muy importante, sino que también el entender un texto y comprenderlo, porque sabemos que eso acorta brechas sociales y que eso permite seguir aprendiendo a lo largo de la vida”, dice Manuela Biedma.

Algo que comparte Adriana Porras, jefa de la DAEM: “Un niño que lee y que no comprende lo que está leyendo, va a ser un niño que, además, tendrá problemas para seguir instrucciones, va tener problemas para revisar las tareas específicas de su etapa escolar y eso le generará un retraso pedagógico. Aunque el niño tenga capacidad intelectual, si no comprende, se le va generando un retraso en todas las asignaturas. Y le va generando también complicaciones para entender el mundo. Si el niño no comprende la relación que hay entre las palabras, mucho menos puede entender las ideas y tampoco puede generar las propias ideas en su cerebro de tal forma que pueda expresar opiniones, deseos y sentimientos. Le va a afectar todas las áreas de su vida”. 

Y agrega: “Si un niño se desarrolla en un ambiente donde ve que a nadie le importa leer un cuento, el diario o una revista, difícilmente a él le va a interesar porque no ve esa motivación en el adulto. Generalmente un niño hace lo que hace un adulto, lo imita. Si una mamá está leyendo una revista, la hija le puede preguntar qué dice ahí. De esa forma ya está motivando la lectura a través del ejemplo”.